En Aristóteles el mal se presenta como la privación del bien al imposibilitarlo, por lo tanto no existe en cuanto a realidad plena ya que tiene una entidad menor. Únicamente es carencia del bien superior, por lo que el mal no tiene existencia autónoma y responde más a una concepción formal.
Si lo observamos desde el punto de vista de la moral consiste en apartarse de la racionalidad de los actos al combinarse la voluntariedad y la ignorancia: “[…] La virtud es una especie de medio, porque el medio es el fin que ella busca sin cesar. Además puede uno conducirse mal de mil formas diferentes, porque el mal pertenece a lo infinito, como oportunamente lo han representado los pitagóricos, mientras que el bien pertenece a lo finito, puesto que no puede uno conducirse bien sino de una sola manera. Por eso el mal es tan fácil y el bien, por el contrario tan difícil.” , Ética a Nicómaco, II,6,1106b.
El Dios de Aristóteles existe completamente separado del mundo sin mostrar rasgos éticos ya que pertenece a lo que existe desde el principio, cosas que además carecen de ningún tipo de mal o corrupción, con lo que esta impasibilidad respecto a lo demás lo libera del mal y subsiguientemente del "problema del mal".
Si lo observamos desde el punto de vista de la moral consiste en apartarse de la racionalidad de los actos al combinarse la voluntariedad y la ignorancia: “[…] La virtud es una especie de medio, porque el medio es el fin que ella busca sin cesar. Además puede uno conducirse mal de mil formas diferentes, porque el mal pertenece a lo infinito, como oportunamente lo han representado los pitagóricos, mientras que el bien pertenece a lo finito, puesto que no puede uno conducirse bien sino de una sola manera. Por eso el mal es tan fácil y el bien, por el contrario tan difícil.” , Ética a Nicómaco, II,6,1106b.
El Dios de Aristóteles existe completamente separado del mundo sin mostrar rasgos éticos ya que pertenece a lo que existe desde el principio, cosas que además carecen de ningún tipo de mal o corrupción, con lo que esta impasibilidad respecto a lo demás lo libera del mal y subsiguientemente del "problema del mal".
Este artículo fue publicado
el 15 agosto 2010
y está archivado en las secciones
Aristóteles,
EL MAL
. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través del
comments feed
.