-Al ser iniciado en los misterios órficos, como el sacerdote aseguraba que a los admitidos en los ritos les esperaban innumerables bienes en el Hades, le replicó: “¿Por qué, entonces, no te suicidas?”
-Viendo a un adúltero fugándose exclamó “¡Infeliz! ¡A cuantos peligros habrías podido escapar por un simple óbolo!, aludiendo con esto a que más le habría compensado buscar los servicios de una prostituta.
-“Hay que hacer caso de los enemigos, pues ellos son los primeros en descubrir nuestros errores” (frase atribuida por Diocles).
-Preguntado por qué tenía tan pocos discípulos, el decía: “Porque los alejo con bastón de plata”, e interrogado por qué trataba tan mal a sus discípulos, replicó: “Lo mismo hacen los médicos con sus pacientes”.
-Solía decir que es preferible la compañía de los cuervos a la de los aduladores, pues aquéllos devoran a los muertos; éstos a los vivos.
-A un amigo que lamentaba haber perdido sus escritos, le replicó: “Deberías haberlos guardado en tu mente y no en un papel”.
-“Como el hierro es devorado por la herrumbre, así son los envidiosos devorados por su pasión”.
-Cuando era elogiado por unos malvados se sorprendió y dijo: “Temo haber hecho algún mal”.
-Afirmaba que el equipaje de quién viaja debería ser tal que, caso de naufragio, pudiera nadar con él.
-Cuando le criticaban por frecuentar a hombres viles replicaba: “también los médicos tienen trato con enfermos y no por ello se les contagia la fiebre”
Preguntado por el beneficio que había recibido de la filosofía dijo: “La capacidad de dialogar conmigo mismo.”
-“Grande es el número de los que te alaban”, le dijo uno. “¿Pues qué mal he hecho yo?”, replicó Antístenes.
-Cuando un joven de Ponto le prometió que le recompensaría cuantiosamente cuando llegase su nave cargada de salazón, Antístenes le tomó junto a sí y con un saco se dirigió hacia una vendedora de harinas, se hizo llenar el saco y se fue. Cuando la vendedora le exigió que pagase dijo: “Este joven pagará, en cuanto su cargamento de salazón llegue.”
-“Lo bueno es bello; lo malo deforme”
-Cuando Antístenes se encontraba mal de salud dijo “¿Quién me sacará de este sufrimiento?, Diógenes que estaba allí respondió: “Esta”, mostrándole una daga. Antístenes replicó: ”Dije del sufrimiento, no de la vida”.
-Si eliges mujer muy hermosa no la disfrutarás solo; si la eliges muy fea, te fastidiará muy pronto. Te conviene pues, elegirla ni muy fea ni muy hermosa.
-Viendo a un adúltero fugándose exclamó “¡Infeliz! ¡A cuantos peligros habrías podido escapar por un simple óbolo!, aludiendo con esto a que más le habría compensado buscar los servicios de una prostituta.
-“Hay que hacer caso de los enemigos, pues ellos son los primeros en descubrir nuestros errores” (frase atribuida por Diocles).
-Preguntado por qué tenía tan pocos discípulos, el decía: “Porque los alejo con bastón de plata”, e interrogado por qué trataba tan mal a sus discípulos, replicó: “Lo mismo hacen los médicos con sus pacientes”.
-Solía decir que es preferible la compañía de los cuervos a la de los aduladores, pues aquéllos devoran a los muertos; éstos a los vivos.
-A un amigo que lamentaba haber perdido sus escritos, le replicó: “Deberías haberlos guardado en tu mente y no en un papel”.
-“Como el hierro es devorado por la herrumbre, así son los envidiosos devorados por su pasión”.
-Cuando era elogiado por unos malvados se sorprendió y dijo: “Temo haber hecho algún mal”.
-Afirmaba que el equipaje de quién viaja debería ser tal que, caso de naufragio, pudiera nadar con él.
-Cuando le criticaban por frecuentar a hombres viles replicaba: “también los médicos tienen trato con enfermos y no por ello se les contagia la fiebre”
Preguntado por el beneficio que había recibido de la filosofía dijo: “La capacidad de dialogar conmigo mismo.”
-“Grande es el número de los que te alaban”, le dijo uno. “¿Pues qué mal he hecho yo?”, replicó Antístenes.
-Cuando un joven de Ponto le prometió que le recompensaría cuantiosamente cuando llegase su nave cargada de salazón, Antístenes le tomó junto a sí y con un saco se dirigió hacia una vendedora de harinas, se hizo llenar el saco y se fue. Cuando la vendedora le exigió que pagase dijo: “Este joven pagará, en cuanto su cargamento de salazón llegue.”
-“Lo bueno es bello; lo malo deforme”
-Cuando Antístenes se encontraba mal de salud dijo “¿Quién me sacará de este sufrimiento?, Diógenes que estaba allí respondió: “Esta”, mostrándole una daga. Antístenes replicó: ”Dije del sufrimiento, no de la vida”.
-Si eliges mujer muy hermosa no la disfrutarás solo; si la eliges muy fea, te fastidiará muy pronto. Te conviene pues, elegirla ni muy fea ni muy hermosa.
Este artículo fue publicado
el 21 enero 2010
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